Las metáforas energéticas de la teoría psicoanalítica preservan, según interpreta Merleau-Ponty, contra cualquier clase de idealización. Porque se encuentran en "el umbral de una intuición que es una de las más preciosas del freudismo: la de nuestra arqueología" (Maurice Merleau Ponty 2000, p. 282). Esta afirmación, compartida por Paul Ricoeur, en su interpretación filosófica de la obra de Freud, nos ha incitado a indagar no solo en la dimensión arqueológica de la fenomenología. En la medida en que la fenomenología desciende en su propio subsuelo, descubre que la problemática del cuerpo, del tiempo o de la intersubjetividad queda desconcertada por un "ser onírico" que no se encuentra delante de la conciencia sino que la envuelve como su dimensión oculta o latente. Arcaísmo, arqueología, ser bruto, principio bárbaro se presentan como expresiones emparentadas, a través de las cuales se pone de manifiesto la existencia de una región "salvaje" desde la cual es necesario comprender el llamado de una verdad a hacer.
Ralón de Walton, G. (2006). La dimensión arqueológica de la fenomenología. Revista De Filosofía, 62, Pág. 5–17. Recuperado a partir de https://revistamad.uchile.cl/index.php/RDF/article/view/18324